Ethereum funciona como una plataforma de código abierto basada en la tecnología blockchain. Este blockchain se aloja en muchos ordenadores del mundo, por lo que está descentralizado. Cada ordenador cuenta con una copia del blockchain y debe haber un acuerdo generalizado antes de aplicar cualquier cambio en la red.
El blockchain de ethereum es similar al del bitcoin en el sentido de que funciona también como registro del historial de transacciones. No obstante, los desarrolladores también pueden construir y desplegar aplicaciones descentralizadas o «dapps» con la red de ethereum. Estas también se almacenan en el blockchain junto al registro de las transacciones.
Las dapps son programas informáticos de código abierto que emplean la tecnología blockchain. Al contrario que las aplicaciones tradicionales, no necesitan un intermediario para funcionar. Como este concepto todavía es relativamente nuevo, es difícil dar una definición exacta. Sin embargo, entre sus características comunes destaca el hecho de que son de código abierto y están descentralizadas.
Las dapps se crean a partir de grupos de contratos inteligentes. Los contratos inteligentes son scripts de código que facilitan el intercambio de dinero, acciones, contenido o cualquier elemento de valor. Los contratos inteligentes se forman con la máquina virtual llamada Ethereum Virtual Machine (EMV en inglés). Cuando un contrato inteligente está activo en el blockchain, actúa como un programa informático que se ejecuta automáticamente. Su ejecución se produce según lo programado, sin censuras, caídas ni influencias de terceros.
Ethereum no es propiamente una criptomoneda: la palabra ethereum se refiere a la plataforma digital. Las monedas en sí (usadas para pagos en la red) se denominan ethers. En otras palabras, los ethers son la «criptogasolina» (o criptomoneda) de la red de ethereum. A la hora de operar, las cotizaciones que usted verá son las del ether. No obstante, verá que es común referirse a la criptomoneda con el nombre de ethereum.